La vida, aquí y ahora

Y tú, ¿te atreves?

Solemos creer que la zona de confort es seguridad, que en ella todo va a ir bien y nada puede pasar. Es por ello por lo que nos asusta el salir de ahí, aunque sintamos que todo no va sobre ruedas, más bien al contrario. Nos da pánico dar cualquier paso en contra de lo que es cotidiano y automático para nosotros, puesto que pensamos aquello de más vale malo conocido…. Pero no, déjame decirte que eso no es así. A veces, ese malo conocido no nos deja avanzar en nuestra vida, y sinceramente, ¿de qué sirve estar en un “falso” confort si no nos satisface?

 

 

Al no saber qué va a pasar, no nos atrevemos a movernos. Pero dime, ¿sabes acaso cómo va a ser tu día mañana, en tu rutinaria zona? La verdad es que no. Tal vez, y al hacer siempre lo mismo, no suceda nada fuera de lugar, pero la vida está llena de imprevistos, que no podemos controlar y a los que nos enfrentaremos llegado el momento, de mejor o peor manera. Y, además, sin tiempo para prepararnos.

 

 

Entonces, ¿por qué no plantear un cambio en tu vida, que además puedes reflexionar y meditar con el tiempo que consideres? Créeme si te digo, que, tras mucho cavilar, cuando por fin tomas la decisión, aunque no vaya a ser inmediato, tu vida ya empieza a cambiar. Porque al decidir y tenerlo claro, algo dentro de ti cambia, y empiezas a notarlo.

 

 

Para ello hay que derribar barreras, algunos miedos, y estar dispuesto a escuchar (casi) de todo, porque a veces los cambios, no van a ninguna parte, pero son el inicio del camino para reconectar, redirigir tu vida y empezar de nuevo, y tal vez, en algo totalmente opuesto a lo que hasta ahora venías haciendo. Si llegas hasta aquí, la primera recompensa es tu paz interior. Y el hecho de dar un paso así, es de una liberación inmensa.

 

 

Tal vez la felicidad esté sobrevalorada. No es lo mismo para todos, pero sí el sentirse bien, el acostarte cada noche satisfecho de tu día, y dar lo mejor de ti en cada momento. Es enriquecedor para tu entorno, pero sobre todo para ti mismo.

 

 

Y cuando llegue lo que tenga que llegar, que encuentre la mejor versión posible de ti. Esa que has estado cultivando, mimando y haciendo crecer.

 

 

Tú puedes y lo sabes. Sólo tienes que creértelo y atreverte.

La vida es una, corta, intensa y tuya. ¡No lo olvides!