La vida, aquí y ahora

Esos momentos

Conforme pasa el tiempo me doy cuenta de cómo van cambiando mis prioridades. Tal vez sea la vida, que, con sus dosis de dura realidad, te va poniendo en tu sitio, te devuelve a la casilla de salida, dónde cada vez que reinicias, lo haces diferente. Porque tú ya eres diferente. Tras cada caída, hay un nuevo comienzo. Tras cada pérdida, hay un renacer de sentimientos. Tras cada golpe, hay un nuevo despertar. Tras cada historia, hay una verdad.

Eso es lo que hace, que a lo largo de los años (y de las vivencias) tu mundo vaya cambiando, en el mejor de los casos y si has estado atenta, creo que para bien. ¿Por qué? Pues porque de eso va la vida, del aprendizaje continuo.

El día a día te absorbe y te lleva a llenar tus horas de cosas, que muy a menudo, no te gusta hacer. Cómo las 8 horas diarias que dedicas a tu jornada laboral, y que dependiendo del trabajo que hagas, pueden ser estupendas o un verdadero suplicio. Pero ahí estás, tantas horas de tu día, sin fallar, y además dando lo mejor de ti. Pero, y ¿el resto?, ¡el día da para mucho más!

Por eso, cada vez más disfruto más de esas pequeñas cosas. Son simples actos, que pueden convertirse en momentos maravillosos.

Un buen libro, con el ronroneo de mi gata cerquita y con una buena infusión. Disfrutar de un anaranjado atardecer. Emocionarme con un nuevo amanecer. Sumergirme en el mar y notar el sol en la cara, cerrar los ojos y ser sólo yo. Rodearme de los míos y escuchar sus risas. Mis tres horas de entreno a la semana (¡maravilloso!). Música y respirar. Sobre todo, no te olvides de respirar. Tan simple, ¿verdad? Pero que inmenso, y qué poder tiene cada uno de esos momentos de hacerme sentir viva. Y también para hacer que redirija, reflexione y me plantee cambios.

“Todo cambio es duro al principio, desordenado a la mitad y precioso al final” (Robin Sharma, El club de las 5 a.m)  

Porque al final, de eso se trata. Estamos aquí un ratito “na más”, sintámonos vivos. Seamos conscientes de lo que tenemos porque es un auténtico regalo. Hemos venido a vivir, no nos distraigamos por el camino.

Vive tu momento, aquí y ahora.