La vida, aquí y ahora

Y tú, ¿cómo lo ves?

 

Me gusta observar. Cuando camino, en mi ratito de playa, o mientras me tomo un café. En mi día a día me cruzo con mucha gente, y observo. Desde la discreción y el silencio. A veces incluso con mi música que me abstrae de todo ruido, sólo observo.

Y me he dado cuenta de que damos por hecho cosas que no deberíamos pasar por normales. Pero las hemos normalizado. Vamos deprisa, enfadados, tristes, incluso amargados. A decir verdad, apenas veo sonrisas.

Y cuándo las veo, cuándo alguien es amable, te trata bien, tiene buenos deseos para ti, y además lo hace de corazón, porque le sale, es que ¡hasta me emociono! Lo que debería ser normal, ha pasado a ser extraordinario. Lo que debería sorprendernos son los malos modos, las caras serias, la gente triste. Pero eso lo hemos normalizado.

El otro día bajaba a entrenar a la playa. Iba con mi musiquita. A decir verdad, iba escuchando una canción que me daba muy buen rollo (y eso que salía del trabajo, dónde éste brilla por su ausencia, pero eso es otro capítulo), y soy consciente de que iba sonriendo, y casi dando pasos de baile. Y pensé, ¿te imaginas? La calle está abarrotada, la mitad de esta gente ya está de vacaciones (¡sonreír, por Dios!), y están serios a morir. Pero si tú te pones a bailar y reír en medio de la calle, a quién mirarán cuál loca, ¡será a ti!

Pues lo siento, pero no me sirve. Yo no doy por normal el hecho de estar amargado en vida. Tampoco se trata de ir saltando por la calle, ni a carcajada limpia, pero reír es una medicina natural increíble. Ser amable siempre es bien. Ayudar porque sí, desinteresadamente. Yo creo en el hoy por ti y mañana por mí. Yo, creo en el karma.

“Imagina toda la gente viviendo el hoy…. Imagina toda la gente compartiendo el mundo”. Ya lo decía John Lennon hace más de 50 años. En definitiva, imagina un mundo mejor, ¿puedes hacerlo? ¿Y tú, cómo lo ves?